En el área de lengua la profesora nos dijo que teníamos que escribir un cuento. A algunas le gusto la idea y a otras no. Cuando nos explicaron que el cuento tenía que ser fantástico nosotras no sabíamos que era, así que leímos uno como ejemplo. Después la profe nos dio dos palabras para que lo hiciéramos: mariposas y anteojos Entonces se me ocurrió que con los anteojos la niña podía ver mariposas y que luego esos anteojos se los ponía una mariposa, pero no una cualquier mariposa sino una que se había transformado.
Tuve que cambiarlo muchas veces porque no encontraba la incertidumbre, hasta que puse que Lucía estaba cansada y esto indicaba que podía ser un sueño o una alucinación. No paso nada curioso o anecdótico mientras lo escribía.
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